Alrededor de las 8.30 comenzó el paro de colectivos en toda la ciudad y los choferes empezaron a dejar los coches estacionados en la calles de la ciudad, lo que complicó el tránsito desde esta mañana.
César González, secretario general de Unión Tranviarios Automotor (UTA), había adelantado que las unidades iban a estar desparramados por las calles de la Capital. "Sin importar en qué lugar del recorrido: habrá colectivos detenidos en toda la ciudad. Será un paro de 26 horas, que podrá levantarse si depositan la mitad del sueldo de enero que resta abonar", sostuvo en declaraciones realizadas ayer.
En los alrededores de la plaza Yrigoyen, en el parque 9 de Julio y en las calles Crisóstomo Álvarez y Corrientes se vieron repletas de colectivos estacionados.
Los tucumanos que tuvieron que salir a la calle con sus vehículos particulares se quejaron por la medida extrema que tomaron desde UTA. Algunos de los choferes estacionaron los ómnibus en doble fila, algo que alteró aún más los ánimos en las calles.
Los empresarios lamentaron la medida de fuerza y renegaron por la situación económica que atraviesan. “Hasta último momento tratamos de llegar a un acuerdo para levantar la medida”, explicó Jorge Berreta, vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat).